NAHUAL es una novela de ciencia-ficción creada por Fabrizzio Spada Fuentes.
Inspirada en el conflicto mapuche y con mucho respeto por dicho pueblo.
ASNA, la Agencia Secreta Nacional Antiterrorista lleva años en una guerra secreta con la célula paramilitar araucana NAHUAL.
Tras el escape del lider de NAHUAL, Lautaro, la guerra toma una nueva dirección.
El 2014 será el año que definirá la historia de Chile.

NOS HAN MENTIDO.
NO ESTAMOS SOLOS.

martes, 22 de abril de 2014

HISTORIA DE ASNA (Segunda Parte).



Amanecer en Isla Friendship.
 Un ruido se elevó desde el suelo, fuerte estruendo como una ciudad subterránea que despertaba. Como si Santiago mismo se reprodujera bajo la isla. Ruidos mecanizados de poleas y palancas, de elementos inexistentes en la naturaleza, la mano del hombre. Como una niña que se maquilla a duras penas e intenta caminar con tacos que le quedan grandes jugando a ser mujer, así es el hombre, juega a ser Dios. La chispa divina no es, sino, la creatividad. La gran revelación es esa, que Dios no es antropomórfico. “…Creados a su imagen y semejanza.” La creatividad es el aliento divino en cada circunvalación cerebral del ser humano. Y ahí, escondida entre neuronas e impulsos eléctricos surge como el Cristo resucitado. Como pensamientos brillantes de origen cósmico.
De los seis agentes ninguno durmió ni habló hasta que el sol, esos fotones distantes, cruzaron lentos por el vértice de los edificios de concreto negro.
Entre las terrazas divisaron a las primeras personas. Todos altos, rubios y blancos como papel. Gringos. Hablan en inglés.
-Good morning Smith.-Dice uno de ellos.
-Eschmann, just the man I wanted to see.-Le responde otro desde abajo del edificio. Lleva unas gafas Ray-Ban y una bata de laboratorio con manchas por doquier.- You see… I’ve been working on the balance of the machine. I am just about to reach the right calibration.
-¿Que chucha hablan estos gringos locos?- Dijo Húsar, mirando a SATURNO.
-Algo sobre una máquina y calibrar algo…
-¿Máquina?- Lautaro pensó entonces en los ruidos bajo la tierra, que cada vez se escuchaban más fuertes y, sin embargo, comenzaban a mezclarse con  el ambiente. No parecían externos de ningún modo.
- I was worried about making mistakes when I started my work in the process of the glass core. As you should know it’s contain is a mix of Chilean cooper and a few explosive substances. The electricity drives across the many cables of the mechanism. The smallest mistake would ruin everything and we’re running out of time. -Dijo el que respondía por el nombre de Eschmann. Su acento hacía pensar que era de origen británico, tal vez.
-Por la chucha, no entiendo nada de lo que dicen con este ruido de fondo.- Dijo SATURNO.
-Quedándonos aquí no resolveremos nada.-Dijo Lacertae.- SATURNO, somos agentes del Estado de Chile, por la chucha. Somos autoridad en el territorio nacional, salgamos y agarremos a estos gringos a patadas en la raja.
-Buena huevón. ¿Has pensado cuantos son o cómo están armados los huevones? Obvio, salimos, sin refuerzos ni conexión con la central. De paso nos fusilan en la entrada.- Contestó Lautaro. La calma que mantenía en situaciones adversas era envidiable. Lautaro era un estratega, tal como aquél que se enfrentó a los españoles durante la conquista.
-Lautaro tiene razón. Pero quedarnos acá sentados esperando a que nos detecten es básicamente lo mismo.- Dijo SATURNO.- Saldremos y hablaremos con esos dos que están más cerca. Déjenmelo a mí, creo que soy el único que habla inglés acá ¿no?
Los agentes salieron de su escondite y se acercaron a los científicos norteamericanos que se encontraban conversando pocos metros más adelante. Cuando estos los vieron su expresión se ensombreció, pero SATURNO se apresuró en decir.
-Good morning mister. I’m the agent SATURN. I was sent by the government, here’s my ID. - Les mostró la identificación que lo acreditaba como un agente del gobierno.
- Well…- Dijo Eschmann. - Agent Saturn, was it? We haven’t been informed of any government inspection lately.
-Oh, don’t you worry; we’re here sent by the president Aylwin himself. I would show you an official document, but I’m pretty sure that my ID would be enough to confirm ourselves as agents on a official visit.
-I’m not complaining about it, mister. But, if I know the current legal process for this kind of inspections, you need, at least, an order made by a judge for coming here and pass by.- Eschmann sabía en efecto cómo funcionaba la ley en Chile. Contraproducente.  
-No entiendo nada de lo que dicen estos gringos culeados.- Le susurró Lacertae a Húsar, pero este lo mandó a callar.
Era obvio que intentaban esconder algo y sin embargo SATURNO insistió todavía más en su intención de pasar e inspeccionar la villa.
-Don’t make my work harder, mister Eschmann. As a man of science, I’m sure that you’re smart enough to know that I’m not going back to Santiago without what I want. - Le dijo SATURNO acentuando  la última parte, el resto de agentes no se enteraban del contenido de la conversación, pero conocían a SATURNO y sabían que se comenzaba a enojar.
-If that is your will, agent. I would be delighted to walk you into our humble scientific community. You can talk to our leader. If you and your partners don’t mind to follow me.
- That sounds better to me. – Dijo SATURNO. - ASNA, el señor Eschmann accedió a llevarnos hasta el líder de la comunidad, que a todo esto habla español.
- ¡Por fin!- Dijo Húsar.
- Sean amables y no hagan mucho contacto visual con quienes encontremos en el camino.- Dijo Lautaro con una expresión de seriedad que había mantenido desde que escuchó el ruido bajo la tierra. Lautaro era mapuche y la tierra, para ellos, es sagrada. Sin embargo no pondría en peligro el éxito de la misión por anteponer sus pensamientos. Era un hombre muy centrado en ese sentido.
Eschmann los llevó dentro del sector en que vivían los científicos, de camino le explicó a SATURNO la forma en que vivían, la población de Isla Friendship no superaba los veinticinco habitantes. Todos científicos. Así mismo, le explicó que su trabajo no era otro si no analizar los ruidos submarinos que constantemente se oían por el sector.
No obstante aquello, a SATURNO no le convencía que estuviesen ahí sólo para eso, tan en secreto y de forma hermética. Algo olía raro dentro de esta apacible comunidad.
El lider se encontraba en un edificio casi en el centro de la isla, según indicó Eschmann al llegar. Por dentro parecía una oficina cualquiera. Tenía un cubículo y algunos diarios murales. En una pizarra había escritas ecuaciones complejas y un hombre de lentes leía, como abstraído del entorno, un gigantesco libro que sin embargo nunca vieron sobre qué era.
Una puerta negra al final del vestíbulo fue señalada como la oficina del líder, Eschmann dijo que se llamaba Jack Hill. Sin embargo se excusó de acompañar a los agentes diciendo que tenía trabajo que hacer y que iba tarde.

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