NAHUAL es una novela de ciencia-ficción creada por Fabrizzio Spada Fuentes.
Inspirada en el conflicto mapuche y con mucho respeto por dicho pueblo.
ASNA, la Agencia Secreta Nacional Antiterrorista lleva años en una guerra secreta con la célula paramilitar araucana NAHUAL.
Tras el escape del lider de NAHUAL, Lautaro, la guerra toma una nueva dirección.
El 2014 será el año que definirá la historia de Chile.

NOS HAN MENTIDO.
NO ESTAMOS SOLOS.

sábado, 29 de marzo de 2014

CAPÍTULO I: SATURNO



"Aquí Lautaro. Nos han mentido, todo este tiempo. Tras el plebiscito del '88, La Concertación recuperó los planos de la colonia subterránea del presidente Pérez. Estos huevones quisieron poner en marcha su proyecto secreto. La verdadera ocupación de la Araucanía no es lo que dicen los libros de historia... Hay interferencia... Ahora mismo un escuadrón del GOPE debe estar llegando al lugar desde el que transmito... Es mi último mensaje.
NOS HAN MENTIDO.
NO ESTAMOS SOLOS."

Grabación extra oficial de origen desconocido recuperada desde una de las comunidades mapuche de la región de la Araucanía durante el gobierno del presidente Lagos, año 2002. No se sabe del  paradero actual de la cinta.












Estimado R.S.

Junto con saludarlo, escribo esta carta desde mi despacho para informarle de una idea que he tenido estos días. Sabe usted, como nadie, mi intención de poner fin a los altercados que se sostienen con la comunidad indígena. Más esta semana ha tenido lugar un suceso que me reveló la solución absoluta a todos los problemas relacionados.
Pues a ellos mismos se han denominado Mapuche, gente de la tierra. Cuán agradecidos estarían de entrar en esta, como nunca un pueblo lo ha estado.
Es muy pronto para entrar en detalles, pero lo tendré al tanto.

No estamos solos.

Se despide atentamente
José Joaquín Pérez Mascayano, Presidente de la República de Chile.
Febrero de 1862

Carta del Presidente Pérez, recuperada por la ASNA el año 1992, de un archivo secreto de la Biblioteca Nacional.




Este no es el humo de mi canelo,
este no es humo de fogón que abrigo mis pies,
no es humo sereno y libre que danzaba en mi ruka no es humo de leña de ulmo. ¿Dónde están las brazas?
- Eliana Pulquillanca.


“Atención todas las unidades. Lautaro ha vuelto. Repito. Lautaro ha vuelto."
La monótona voz llevaba repitiendo el mensaje durante horas, la frecuencia era secreta y se transmitía a lo largo de todo el país. Los receptores se encontraban en poder de algunos agentes haciéndose pasar por civiles, a la espera de este momento.

La carretera Austral. Unificadora de todo este sur mágico, misterioso y lleno de secretos. Extensión longitudinal de cientos de kilómetros de asfalto, de elementos foráneos penetrando en el corazón de bosques como una flecha grisácea del huinca. Una procesión que como columna vertebral comunica los organismos urbanos. Pero hoy, la carretera austral dirige algo especial en su dura superficie, un automóvil cuyo conductor no supera la barrera de los cien kilómetros por hora, por miedo a fundir su pequeño motor. Contraproducente. El tiempo es oro, cada segundo que él se atrasa es un segundo de ventaja para Lautaro. Pero son políticas que vienen de poderes superiores a él. El agente SATURNO persigue a Lautaro, el líder de la extinta NAHUAL. Pero eso es historia extraoficial, NAHUAL no aparece en los libros de historia, no es de manejo público el nombre de la organización que casi mató al país. No, NAHUAL nunca existió. Pero SATURNO no puede obviar lo que sabe. Los recuerdos llevan doce años atormentándolo, lo que sucedió en esos laberintos subterráneos cavados en la Patagonia durante el gobierno de José Joaquín Pérez, en alguno de sus delirios. Todo esto “top secret” como dicen los jóvenes. Una larga e intrincada red de túneles que serpenteaban por el extremo sur del país y rodeaban las ciudades. Hay dos rutas de ingreso, una de ellas está directamente bajo el puente cruces, en Valdivia. La segunda vía de acceso se encuentra en las profundidades del Canal del Chacao. Ambas rutas se encuentran protegidas por litros y litros de agua. Nunca supimos como fue qué Pérez logró construir su obra sin mover una sola piedra y sin que nadie se diera cuenta. Los miembros de la ASNA pasaron los años que duró su guerra contra NAHUAL investigando estos túneles tras descubrir un documento extraviado en el archivo inaccesible de la Biblioteca Nacional. Incompleto. Una carta escrita por el mismo Pérez en que narraba a un amigo suyo, un primer vistazo del plan que luego decantaría en la ocupación de la Araucanía. La parte interesante salta a la vista cuando Pérez se refiere a los Mapuche diciendo: “Pues a ellos mismos se han denominado Mapuche, gente de la tierra. Cuán agradecidos estarían de entrar en esta, como nunca un pueblo lo ha estado.” Estas palabras dieron lugar a una infinidad de hipótesis, finalmente la más aceptada fue que Pérez pretendía convertir a los Mapuche en la primera “gente topo”. Un control policial abstrae a SATURNO de sus recuerdos. “Pacos de mierda”. Dice mientras dos oficiales de verde oliva se acercan a su auto. “Buenas noches, ¿me permite sus documentos y los del auto, por favor?”. Dice uno de ellos cuando SATURNO baja la ventanilla. “Si me lo permite, oficial, voy con un poco de apuro”. Le responde SATURNO, por un momento o dos se siente huevón, solo por llevarle la contra a un policía se lo pueden hasta llevar detenido y quién sabe lo que Lautaro podría haber hecho para ese entonces. El policía que le pidió los documentos se inclinó un poco sobre la ventana, SATURNO pudo sentir su aliento a cigarrillo y vino. “Más cuidado huevoncito, no vaya a ser que por insolente llegues a la comisaría en vez de Puerto Montt”. SATURNO no puede poner en peligro el avance de la misión, le entrega los documentos al carabinero y mientras este se toma todo el tiempo del mundo en mirarlos como un simio se imagina como le partiría la cara a este imbécil. Finalmente recibe sus documentos de vuelta junto con un seco “Todo en orden, circule”. Al menos media hora de retraso por estos huevones y hay un psicópata suelto en algún lugar entre Frutillar y Puerto Montt. El psicópata más peligroso del que tenga memoria este país. El negro mar fusionado por un horizonte ahora inexistente era solo una extensión más del cielo nocturno sobre Puerto Montt, pero el olor a sal y los imponentes edificios contrastando con un juego de luces en todas direcciones le avisan que ya está en su destino. SATURNO se apresura a llegar al lugar acordado, casi orando para que MARTE, otro agente de la primera generación con el cuál había de juntarse hace más de una hora aún esté esperándolo. Obvio que lo espera. Si llega solo al edificio del Servicio de Impuestos Internos, en donde una improvisada base de operaciones se instaló esta semana, los nuevos agentes no dudarían ni un minuto en hacerlo pasar solo para molerlo a golpes por su incompetencia. Sin siquiera preguntar. “Estamos viejos”. Piensa SATURNO, y un gesto, casi una sonrisa se dibuja en su cara...
La oficina del SII se encuentra a un costado de la plaza que da de frente al mar, SATURNO continuó por la costanera hasta que pudo tomar la calle Antonio Varas y así dar con el edificio. En un rincón vio como ascendía el humo de un cigarrillo y supo de inmediato que se trataba de su compañero. “Estás retrasadísimo, huevón”. Le dijo este en cuanto detuvo el automóvil y puso un pie en la calle. “Que no te llame la atención”. Le contestó SATURNO “Esos pacos incompetentes me retuvieron en la carretera”. “Bien, trata de explicarle eso a los nuevos reclutas acá”. Ambos ingresaron al edificio y se dirigieron al costado izquierdo, ahí, en una sala con algunos cubículos usados por oficinistas en las horas laborales se encontraban tres sujetos más. Esperando. Emputecidos.
“¡Una hora huevones! ¡Una hora se demoraron y este loco de Lautaro podría estar desperdigando bombas como huevos de pascua por la ciudad!”. Dijo uno de los agentes cuando SATURNO y MARTE entraron en la sala. Ambos trataron de razonar con él, quien, muy a su pesar, terminó concediéndoles que la situación, por un tema de protocolo, se escapaba de sus manos. Todo tenía que transcurrir con la mayor de las normalidades.
“Hemos rastreado el área con ayuda del GOPE, ni rastro de Lautaro. Puede que el concha de su madre ya esté viajando a Temuco para reunir a su gente.” Dijo el agente de nombre clave SIRIO. Cuyo rostro era atravesado de forma horizontal por una cicatriz horrible. Posiblemente obra de alguno de los instructores contratados por el Estado para trabajar con los agentes de ASNA. O bien de una misión. No hay mucha diferencia.
“¿Cómo fue que este huevón se escapó ahora si no lo logró en doce años?” Preguntó SATURNO.
“Nadie lo sabe, Agente. Lautaro se encontraba aislado en la profundidad del Lago Llanquihue, en una celda cúbica de la que nadie podía entrar ni salir. Su única conexión con el exterior era una suerte de tubo por el cual le ingresaban dos comidas al día. Aún con eso, era imposible que siquiera su cabeza entrara en él. Sin conexión eléctrica y en la más absoluta de las oscuridades, El huevón es un Houdini”. Dijo el otro agente, CORVUS. De pelo largo y negro. El más joven de los presentes, Nunca había estado en la guerra que sostenía ASNA con NAHUAL, esta era la primera misión que le delegaban, dado que de todos los agentes era el más avanzado en manejo tecnológico, imprescindible, pero a gusto de SATURNO, un pendejo que moriría al primer encuentro con Lautaro.
“Cualquiera sea el caso, hay que movilizarse luego”. Dijo SIRIO. “Tenemos un vehículo más apto para el viaje, tomaremos la ruta de Los Lagos para acortar el camino hasta Temuco, ahí nos esperan dos Agentes más quienes ya están movilizándose en el sector”.
SATURNO no tenía considerado viajar una vez más atravesando medio sur, la idea lo asqueaba. Aún con esto abordó el Jeep que tenían los tres agentes. Salvo por SIRIO, los tres eran jóvenes, ninguno sabía sobre batallas en las entrañas de los cerros, ninguno había visto a Lautaro, nunca. SATURNO sintió algo parecido a la lástima por ellos, sabía que alguno iba a morir, quizás todos. Incluso él y MARTE, sabía que era un viaje sin regreso al corazón de la Araucanía, territorio enemigo, las cosas son diferentes en esos campos que esconden los huesos del Huinca.
La ASNA fue creada durante el gobierno de Patricio Aylwin en el año 1990, su misión original era la de evitar que se perpetrara un segundo golpe militar. Lautaro, al igual que SATURNO y MARTE era uno de sus primeros miembros, sin embargo, cuando la concertación descubrió la historia secreta tras la Ocupación de la Araucanía Lautaro, cuyo nombre clave no era al azar, puesto que pertenecía a una orgullosa y pura casta Mapuche abandonó la agencia, no conforme con esto, organizó en la Araucanía su propia célula paramilitar secreta, había nacido NAHUAL.
Fue entonces que los túneles de la Patagonia se convirtieron en trinchera de la guerra secreta que ASNA y NAHUAL mantuvieron por casi diez años. Sin embargo el año 2002 Lautaro cometió el error que puso fin a esta batalla. Transmitió por una frecuencia abierta un mensaje que revelaba al país esta situación, un escuadrón del GOPE irrumpió en uno de sus escondites desde donde estaba transmitiendo y por fin, Lautaro fue apresado.

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